Abrirse a la prosperidad
Louise L. Hay
Compartimos con ustedes algunos de los extraordinarios consejos de Louise L. Hay en su libro “Abrirse a la Prosperidad”:
Para dejar entrar a la prosperidad debemos hacer el gesto simbólico de abrir los brazos y repetir: “Estoy abierto y receptivo a todo lo bueno”, no a un poquito, no sólo a algo, sino a TODO lo bueno. Cuando hacemos un gesto así, el universo lo nota.
Hay gente que piensa que la prosperidad es sólo el dinero, pero existen muchas otras cosas que son también prosperidad: el tiempo, el amor, el éxito, la alegría, la comodidad, la belleza, la sabiduría, la buena salud, ...y el dinero. Si andamos siempre corriendo, con prisas, somos pobres de tiempo. Pero si te sientes con todo el tiempo del mundo, entonces sucede que eres próspero en tiempo. ¿Y qué decimos del éxito? Si crees que lo tienes fuera de tu alcance, entonces no lo vas a alcanzar jamás. Pero si piensas que puedes tener éxito, signifique lo que signifique eso para ti, entonces eso es fabuloso, eso es prosperidad.
¿Cuántos de ustedes son prósperos en comodidades? y ¿en sabiduría? ¿O piensan, “Ah, pobre de mí, yo no sé mucho, no sé solucionar nada”? Si piensas que estás verdaderamente conectado con el universo y confías en esa parte tuya que está en tu interior, puedes ser absolutamente próspero en la abundancia de sabiduría.
¿Y respecto del amor? ¿sientes que hay abundancia de amor en tu vida? ¿o eres muy pobre en amor? Y en alegría ¿sólo te permites un poco de vez en cuando? ¿Ves belleza en todas partes? ¿Te permites experimentar una abundancia de belleza? Y la salud, ¿eres pobre en salud? Y el dinero, ¿cuánto te permites tener? ¿eres pobre de dinero o lo tienes en abundancia?
Imagínate junto al mar con un recipiente en la mano. ¿Cómo es el recipiente? ¿Es un dedal con un agujero? ¿Es una taza toda cascada? ¿Es una jarra?¿Es una jarra de cuarto de litro, un balde o una bañera? SEA CUAL SEA EL RECIPIENTE QUE USEMOS, POR MUCHO QUE EXTRAIGAMOS DEL OCÉANO DE LA VIDA, AÚN CUANDO ESTEMOS TODOS ALLÍ SACANDO, NADIE LE QUITA NADA A NADIE, HAY ABUNDANCIA PARA TODOS, POR MUCHO QUE SAQUEMOS DE ALLÍ, NO SE VA A AGOTAR, NO SE VA A SECAR ESE OCÉANO. Si pueden verse allí ante el océano de la vida de esa manera, recuerden que el recipiente que usan es SU CONCIENCIA. Lo que escogemos pensar y creer acerca de la prosperidad y de nuestra capacidad para merecerla es lo que nos la va a crear.
Cuando no tenemos algo que deseamos, se debe a que en algún plano de la conciencia no nos permitimos aceptarlo. Lo que damos se nos devuelve, de manera que si somos mezquinos con la vida, la vida será mezquina con nosotros. Si le robamos a la vida, la vida nos robará. Si respetamos los derechos de los demás, sin atropellar la vida ajena, sin envidias, evitaremos pensar en términos de pobreza. Es cierto que hay gente que tiene muy poco, pero eso no tiene nada que ver con la cantidad de riqueza que hay. Es por falta de conciencia, de amor. Y debemos dar, dar amor y ayudar a los demás para pensar en prosperidad.
Aquello en lo que nos concentremos se multiplica. No te concentres en las deudas, carencias, facturas y cosas negativas, porque eso será lo que aumente. Si nos concentramos en las facturas como en enemigas, entonces serán enemigas. Las facturas son algo maravilloso, significan que alguien ha confiado en nosotros lo suficiente para hacernos un servicio o entregarnos un producto sabiendo que tenemos solvencia, que lo vamos a pagar. Debemos sentirnos felices cuando podemos pagarlas, por poder hacerlo, porque aquello que entregamos lo recuperaremos. Debemos desarrollar una relación positiva con todo eso. Sentirse bien consigo mismo es prosperidad.
sábado, 8 de noviembre de 2008
Abrirse a la prosperidad- Louise L. Hay
Publicado por Andrea Mucci en 5:57
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