Diego no conocía la mar.El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.Viajaron al sur.Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre. ¡Ayúdame a mirar!
Eduardo Galeano
viernes, 20 de junio de 2008
Ayudame a mirar...
Publicado por Andrea Mucci en 11:34
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1 comentarios:
Hola Andrea, cuántos escritos maravillosos en tu blog... Márquez, Galeano, VOS...
Realmente me perfuma el alma todo lo que encuentro aquí... Es una maravilla!!!
Gracias por regalarnos a tus lectores este bello espacio...
Namaste.
Sol.
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